30 may 2019

ACTIVISTAS AMBIENTALES 9 . JACQUELINE EVANS, LINDA GARCÍA, ANA COLOVIC LESOSKA, BAYARJARGAL AGVAANTSEREN

JACQUELINE EVANS (Islas Cook), LINDA GARCÍA (EE.UU.), ANA COLOVIC LESOSKA (Macedonia del Norte), BAYARJARGAL AGVAANTSEREN (Mongolia) son junto a Alberto Duramil (Chile) y Alfred Brownell (Liberia) las personas que han sido distinguidas este año con el Premio Medioambiental Goldman.

Los premios Goldman fueron instituidos en 1990 por los filántropos Richard N. Goldman y su mujer, Rhoda H. Goldman, y se conceden anualmente como distinción a personas que trabajan en la defensa de la naturaleza y el medio ambiente, repartido en 6 categorías en función de la  zona geográfica: Europa, Asia, África, Naciones insulares, América del Norte, América Central y América del Sur. Cada uno de los premios incluye una dotación económica, en la actualidad, de 175.000 dólares. Las nominaciones a los premios son enviadas por diversas instituciones que trabajan en temas ambientales en todo el mundo, mientras que un grupo 150 personas expertas en temas ambientales, de más de 70 naciones distintas se encargan de valorar las propuestas y designar a las personas premiadas. Al Premio Goldman también se le conoce como el Premio Nobel del Medio Ambiente.

Desde su constitución en el año 1990,  80 mujeres han recibido esta distinción, que representan el 44%  del total de personas galardonadas. Todas ellas han trabajado para denunciar graves problemas ambientales que afectan sobre todo a su ámbito local. Muchas de ellas han organizado a sus comunidades para conseguir preservar su entorno y eliminar situaciones desastrosas (minas a cielo abierto, presas, gestión de residuos, industrias contaminantes, ...) para el medio ambiente.



Jacqueline Evans, conservacionista marina de las Islas Cook. Durante cinco años esta activista ambiental lideró una campaña para proteger la biodiversidad de las 15 pequeñas
islas que conforman este archipiélago en el océano Pacífico. En julio de 2017 se aprobó la ley Marae Moara para la conservación y gestión sostenible de la impresionante biodiversidad marina, que incluye ballenas, tortugas, aves marinas,...etc. 

Linda García, trabajadora social y activista ambiental estadounidense. Organizó a la ciudadanía  de Fruit Valley para detener la construcción de la terminal petrolera más grande de Norteamérica, en Vancouver (Washington). Este proyecto se planteó como una solución a la recesión
económica ya que estaba  recogido la creación de numerosos puestos de trabajo. Linda se concienció de los graves problemas de contaminación que causaría  el  traslado por tren, desde Dakota del Norte hasta el puerto de Washington, de combustibles fósiles.
La victoria final se produjo en noviembre de 2017, cuando el Consejo de Evaluación de Instalaciones de Energía votó por unanimidad denegar el permiso de construcción de la terminal.
La campaña cambió la vida de Linda, dejó su actividad como trabajadora social para trabajar en el Consejo Ambiental de Washington. Su activísimo ha salvado a los residentes de la contaminación atmosférica  y ha protegido los ecosistemas del  Columba River Gorge National Scenic Area.

Ana Colovic Lesoska, bióloga de Macedonia del Norte. Durante siete años lideró una campaña  "Salvar a Mavrovo" para suspender la financiación internacional para la construcción de dos grandes centrales hidroeléctricas dentro del parque Nacional Mavrovo. Ana Colovic movilizó a la ciudadanía, organizó protestas públicas y consiguió que
el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (EBRD) y el Banco Mundial retiraran la financiación al proyecto hidroeléctrico y que el Gobierno macedonio  derogará el permiso ambiental. 
El Parque Nacional de Mavrovo es el hábitat del lince balcánico, según las estimaciones de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que desde 2015 considera al lince balcánico en peligro crítico, la situación más negativa antes de que sea declarada la extinción de una especie en la naturaleza.+


Bayarjar (Bayara) Agvaantseren, profesora de idiomas y guía turística de Mongolia. Desde 1997 dedicó grandes esfuerzos para salvar a los  leopardos de las nieves y a ayudar a sostener a   las comunidades locales.
En 2016 contribuyó a crear la reserva natural Tost Tosonbumba, un área de 1,8 millones de acres, en el desierto de Gobi, consiguiendo por ello anular todas las licencias de extracción minera del interior de la reserva, una zona de grandes yacimientos de carbón, uranio, cobre, oro, petróleo y gas.

Para empoderar a las comunidades locales y especialmente  a las mujeres se unió  a Snow Leopard  Trust como directora de programas en Mongolia. Esta ONG dedicada a la lucha por la conservación de los leopardos de las nieves tiene un programa, Snow Leopard Enterprises, ideado para buscar fuentes alternativas de ingresos a las familias rurales. Estas dependen exclusivamente de su ganado y les resulta difícil entender que se debe proteger al leopardo. Se les capacita, sobre todo a las mujeres para utilizar la lana de ovejas, cabras y camellos para crear y vender sus producciones artesanas. 
          

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