16/05/2018 Foto.: Internet
Se utiliza la palabra serendipia para denominar los descubrimientos que se realizan de manera casual e imprevista. La serendipia de FEDERICA BERTOCCHINI (1967), ocurrida en el año 2012, fue descubrir que los "gusanos o larvas de la polilla de la cera", (Galleria mellonella), que habitualmente se alimentan de miel y cera de los panales de las abejas, eran capaces de comer plástico.
Federica Bertocchini es aficionada a la apicultura y un día que estaba limpiando sus colmenas, que se habían llenado de gusanos de la cera, puso en una bolsa de plástico los restos de la limpieza. Al cabo de unas horas observó que las bolsas estaban agujereadas y los gusanos habían escapado.
Este descubrimiento casual fue el inicio de una investigación, realizada conjuntamente con los científicos Paolo Bombelli y Christopher J. Howe del departamento de Bioquímica de la Universidad de Cambridge. Cinco años más tarde los resultados de sus investigaciones han aparecido publicados en la revista Current Biology. Los gusanos de la cera pueden alimentarse de polietileno, uno de los materiales plásticos más resistentes que existen y con el que se fabrican las bolsas de la compra y muchos envases de alimentos. Según la propia Federica Bertocchini "No hablamos de poner toneladas de gusanos sobre montañas de plástico, sino de identificar la molécula que permite a este insecto biodegradar el plástico para producirla ‘in vitro’ y usarla a escala industrial".
Federica Bertocchini nació en Piombino (Italia), estudió biología en la Universidad de Pisa y se trasladó a Milán para realizar su doctorado. En 1998 viajó a EEUU para desarrollar un programa posdoctoral en la Universidad de Columbia, Nueva York, posteriormente trabajó en el University College de Londres (2001-2010), y finalmente se instaló en Santander (España). Trabaja como bióloga molecular en el Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria (IBBLEA), perteneciente al Consejo de Investigaciones Científicas (CSIC), donde ha gozado de una beca Ramón y Cajal que le ha permitido durante cinco años investigar con embriones de pollo.
Por su serendipia y posteriores investigaciones ha sido galardonada con el Premio Casato Prima Donne 2017 en su Italia natal, y ha recibido el pasado 18 de abril, la Medalla de la Fundación Internacional Olof Palme, en Barcelona.
Una reciente entrevista con Ferderica Bertocchini
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