11/07/2016
Marie Curie es la científica más importante y más conocida, un nombre que casi todo el mundo es capaz de recordar. No debe pues extrañarnos que sea la científica que más veces he encontrado en mis lecturas. En las novelas que se comentan a continuación su figura ejemplifica situaciones, que ya hemos visto en otras entradas al blog de esta serie: se le rinde homenaje, es referente, y modelo o protagonista secundaria en la narración.
Por ejemplo,
Marie Curie es un modelo, un referente para las protagonistas de La mujer que buscaba (2000) de la
escritora egipcia Nawal El Saadawi y para la de La pulsión de la muerte (2012)
del escritor estadounidense Jed Rubenfeld.
Otro aspecto a resaltar
es la aparición en esta novela de la científica británica Hertha Ayrton. Es ella quien acoge a Marie Curie, cuando
ésta decide abandonar Francia acosada por las críticas
“En mayo le llega una carta de su amiga
inglesa Hertha Ayrton donde le pide que huya a Inglaterra. Decide partir.
Hertha Ayrton es física y sufragista” (Enquist, 2007: 230).
Más adelante el autor describe la relevancia del trabajo
científico de Hertha Ayrton, que en el año 2010
fue votada como una de las diez mujeres británicas más influyentes en la
historia de la ciencia, con estas palabras:
Hertha Ayrton era
una física mundialmente famosa que había realizado aportaciones decisivas en el
campo de los movimientos y fenómenos ondulatorios electromagnéticos en agua
oscilatoria. Durante la primera guerra mundial, sus descubrimientos tuvieron
una aplicación práctica cuando un invento suyo The Ayrton Fan, contribuyó a mejorar la eliminación de los gases de
combate que invadían las trincheras (Enquist, 2007: 230-231).
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