Mi interés y cierta curiosidad por la invisibilidad de las mujeres científicas en la historia de la ciencia, fue el motivo que me impulsó a la lectura de DOMINA (1983), novela de la escritora británica de bestsellers Barbara Wood, tras leer en la contraportada del libro el siguiente texto: "estudiar - y ejercer- la medicina durante el siglo XIX resultaba imposible para una mujer".
En una nota de la autora, que aparece al comienzo del libro, explica que la protagonista Samantha Hargrave es un personaje de ficción, fruto de la recreación de varias profesionales de la medicina que vivieron en la segunda mitad del siglo XIX. Una época en la que las mujeres no podían acceder a los estudios de medicina, aunque algunas lo consiguieron tras vencer muchas dificultades. En dicha nota también se menciona a Elizabeth Blackwell y a su hermana Emily, dos personajes reales que consiguieron ser médicas en 1847 y 1854 respectivamente.
A lo largo de la novela las hermanas Blackwell se convierten en personajes de la narración, al igual que Florence Nightingale y Elizabeth Garrett Anderson y cuentan en primera persona como consiguieron llegar a la universidad, y como vencieron los problemas que les surgieron para desarrollar su profesión.Todas ellas pioneras de la medicina.
ELIZABETH BLACKWELL (1821-1910). Nació en Bristol (Inglaterra). En 1831 su familia emigró a los Estados Unidos. Tras la muerte de su padre, ocurrida en 1847, decidió estudiar medicina en Filadelfia pero no consiguió ser admitida. Elizabeth cambió de estrategia y envió más de diez solicitudes a otras tantas universidades de ciudades más pequeñas: todas ellas la rechazaron. Finalmente consiguió ser admitida en una pequeña universidad, el Geneva Medical College de Nueva York, aunque en su vida de estudiante tuvo que superar numerosas discriminaciones por ser mujer, tanto por parte del alumnado como del profesorado. En 1847 se convirtió en la primera mujer en recibir el título de doctora.
Regresó a Filadelfia e intentó ser
admitida en algún hospital, para adquirir más experiencia en práctica
hospitalaria. No lo consiguió y en 1849
se marchó a París, donde tras muchas vicisitudes, logró trabajar en el hospital
La Maternité, pero no como doctora sino como estudiante de matrona. Un
accidente laboral la dejó ciega de un ojo, truncándose así sus aspiraciones de
convertirse en cirujana. Un año más tarde logró ser admitida en el St
Bartholomew´s Hospital de Londres.
En 1851 regresó a EE.UU. y comenzó
la búsqueda de una casa donde instalar su consulta y desarrollar su labor
profesional repartida entre la atención a familias de clase media y la atención
a mujeres de escasos recursos económicos, influenciada sobre todo por las
experiencias sanitarias relacionadas con
la prostitución que había vivido en París y Londres.
Sus comienzos fueron difíciles y
con escasos ingresos económicos, pero a pesar de eso consiguió salir adelante y
en 1857, junto a su hermana Emily, fundó el Hospital de Mujeres y Niños de
Nueva York, primero de una serie de hospitales de mujeres atendidos por mujeres
y con la finalidad de proporcionar
asistencia médica y quirúrgica a mujeres y niños necesitados, entrenar un
eficiente cuerpo de enfermeras para servicio de la comunidad, y proporcionar un ambiente clínico donde
las mujeres doctoras recién graduadas en medicina, pudieran recibir instrucción clínica práctica.
En 1868, y también junto a su hermana, fundó la Escuela de Medicina de Mujeres de
Nueva York. Al año siguiente volvió a Inglaterra, donde ejerció la cátedra de
ginecología en la London School of
Medicine for Children, fundada por Elizabeth GARRET ANDERSON, hasta su jubilación en 1907.
EMILY BLACKWELL (1826-1910). La hermana de
Elizabeth estudió medicina y obtuvo su título en 1854. Tuvo también
dificultades para poder ser admitida en la Universidad. Lo logró primero en la
Rush Medical College de Chicago, pero
tuvo que abandonar al finalizar el primer año pues sus compañeros varones se
organizaron para vetar su presencia. Tras ello aceptada para continuar sus
estudios en la Western Reserve University
en Cleveland (Ohio).
Durante dos años viajó a
Edimburgo, Londres, París y Berlín para completar su formación y en 1857, a su regreso a los EE.UU. colaboró en la
apertura del Hospital de Mujeres y Niños de Nueva York, junto a su hermana
Elizabeth y la doctora Marie ZAKRZEWSKA.
Se encargó de la gestión de enfermería y de la cirugía y se convirtió en la
responsable única cuando Elizabeth viajó a Europa y María se estableció en
Boston.
En 1868 las hermanas Blackwell
abrieron la Escuela de Medicina de Mujeres de Nueva York, donde se convirtió en
profesora de obstetricia y que quedó también a su cargo cuando Elizabeth
regresó de nuevo a Europa. Esta
institución funcionó con éxito hasta el año 1899, cuando la Universidad de Cornell comenzó a
admitir mujeres en su programa médico.
En 1859 tras asistir a una
conferencia de Elizabeth BLACWELL,
decidió estudiar medicina. Inició la aproximación a estos estudios trabajando
como enfermera en el Hospital Middlesex, en Londres. Intentó matricularse
de medicina en varias universidades y fracasó en todas ellas. Lo único que
consiguió fue asistir a algunas clases, pero poco a poco fue haciéndose un curriculum que
le permitiera acceder al examen de licenciatura. Una vez finalizada su
preparación, inició nuevamente un
peregrinaje por diferentes universidades para presentar su solicitud de examen.
En 1865 la Sociedad de Boticarios se la aceptó y Elizabeth Garret obtuvo las
máximas calificaciones, convirtiéndose
en la primera mujer médica de Gran
Bretaña. Inmediatamente después esta organización cambió su reglamento para
evitar que otras mujeres obtuvieran una licenciatura.
Comenzó su actividad profesional
abriendo, con la ayuda económica de su padre, un consultorio privado, ya las
mujeres seguían sin poder trabajar en los hospitales. Sus inicios fueron
difíciles pero poco a poco fue haciéndose con una clientela. Coincidiendo con
una epidemia de cólera que asoló Londres, y que hizo más permisiva la situación
de las mujeres médicas, abrió el Dispensario St. Mary para ayudar a mujeres y niños de las clases más
desfavorecidas.
Aunque estaba registrada y podía
ejercer como médica, o Elizabeth no renunciaba a poder obtener el doctorado en
medicina. Enterada de que en París podría realizar su aspiración, estudió
francés y se presentó a los exámenes con una tesis doctoral sobre la migraña.
Consiguió el título en el año 1870.
Ese mismo año logró un puesto en
el Hospital East London para niños pero al ser incompatible con su actividad
privada y con su reciente maternidad dimitió. Dos años más tarde el dispensario
se convirtió en el Nuevo Hospital para Mujeres, donde Elizabeth Blackburn
ejerció de ginecóloga y ella de cirujana. En 1874 cofundó junto a Sophia JEX-BLAKE y las hermanas BLACKBURN la London School of Medicine
for Women, donde ejerció como profesora el resto de su carrera profesional y
asumió diversos puestos directivos. Ese mismo año fue admitida en la Asociación
Médica Británica, siendo la primera
mujer en conseguirlo y la única durante 19 años. Tuvo una participación activa
en la misma pese a la hostilidad que mostraron muchos de sus compañeros.
Elizabeth Garret participó
activamente en el movimiento sufragista y en la vida política de Aldeburg,
localidad a la que había regresado junto a su marido e hijos. Fue nombrada alcaldesa y, una
vez más, fue una pionera de su época al convertirse en la primera mujer alcaldesa en Gran Bretaña.
A partir de 1912 la salud de
Elizabeth comenzó a debilitarse, su visión y sus capacidades mentales empezaron
a fallar. Murió cinco años después sin recordar su enorme contribución a la
lucha de las mujeres por la igualdad.
FLORENCE NIGHTINGALE (1820-1910).
Enfermera británica considerada la madre de la enfermería moderna. Nació en
Florencia y logró su sueño de asistir a las personas enfermas
después de enfrentarse a su familía. Se rebeló contra los
prejuicios de su época, y contra su destino de mujer que debía permanecer en el
hogar, y escogió la profesión de
enfermera, que hasta ese momento estaba desprestigiada y se reservaba a los
pobres. Destacó desde muy joven en la matemática, que aplicó después en sus estadísticas epidemiológicas y es reconocida por su lucha para mejorar las
condiciones sanitarias. Participó
como enfermera en la Guerra de Crimen, donde recibió el apodo de la dama de la
lámpara, una de sus imágenes más reproducida. De vuelta a Londres tras la guerra, y con el dinero recibido como
tributo por su trabajo en la misma, fundó la Escuela y Hogar para Enfermeras
Nightingale, en el Hospital Saint Thomas, que en la actualidad forma parte del
King´s College. Fue la primera escuela laica de enfermería del mundo.
09/02/2016
09/02/2016
Elizabeth Garret participó activamente en el movimiento sufragista y en la vida política de Aldeburg, localidad a la que había regresado junto a su marido e hijos. https://doctorariobo.com/viaja-seguro-con-trivago/
ResponderEliminarMuchas gracias por todas tus aportaciones
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