22 mar 2013

EL DIA MUNDIAL DEL AGUA DESDE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO

                    Glaciar Nigardsbreen. Noruega. Foto Teresa Claramunt



El consumo de agua por parte de la humanidad es imparable. El aumento de la población mundial y la expansión de la industria y  la agricultura han hecho que el agua se convierta en un  recurso frágil. El 47% de los habitantes del mundo carece de infraestructuras de saneamiento,  y más de 700 millones de personas tienen serios problemas de acceso a agua potable. Más del 40% de esta población vive en el  África subsahariana. 

Las mujeres saben donde se encuentran las fuentes locales de agua y conocen su calidad y potabilidad. La recogen, almacenan y controlan su uso e higiene. La reciclan, usan la menos limpia para lavar y regar y dan el agua de escorrentía al ganado. Estas tareas suponen a menudo un día entero de trabajo. Millones de mujeres emplean un promedio de  cinco horas al día en ir a por agua, aunque sea insalubre. A esto habría que añadir que algunas mujeres se  enfrentan a amenazas de violencia o violación cuando recorren largas distancias en esta búsqueda.

La dura tarea de ir a buscar agua a pozos distantes para uso familiar a menudo recae en las niñas, por razones de discriminación y de los papeles asignados en razón del género. Esto trae como consecuencia que en lugar de asistir a la escuela, las niñas pasen horas dedicadas a esa tarea de conseguir agua, y cuando tienen la buena suerte de poder hacerlo están a menudo demasiado cansadas para realizar cualquier tarea de aprendizaje

Las mujeres desempeñan un papel clave en la educación de las niñas y niños respecto al tema del agua. Cada año, mueren cerca de dos millones de niñas y niños a causa de enfermedades relacionadas con la diarrea, por lo que educarles  para que se laven las manos sigue siendo un medio muy simple y eficaz de prevenir tales enfermedades. También juegan una función  fundamental en el abastecimiento, la gestión y la protección del agua; sin embargo, esta tarea primordial de la mujer como proveedora, consumidora de agua y conservadora del medio ambiente,  rara vez se ha reflejado en disposiciones institucionales para el aprovechamiento y la gestión de los recursos hídricos

Son pues necesarias políticas efectivas que aborden las necesidades de las mujeres y las preparen y doten de la capacidad de participar, en todos los niveles, en programas de recursos hídricos, incluida la adopción de decisiones y la ejecución de las mismas.

La Alianza de Género y Agua (GWA) fue creada con ocasión del II Foro Mundial del Agua (La Haya marzo de 2000), con el objeto de transversalizar el enfoque de género en la gestión del agua y promover un acceso equitativo de mujeres y hombres a un agua segura y adecuada, tanto  para uso doméstico, como para saneamiento, seguridad alimentaria y sostenibilidad del medio ambiente. Es una red mundial de organizaciones y personas que trabajan en el sector de agua y en la transversalización del enfoque de género, es decir, por la incorporación de las consideraciones de género en las políticas y prácticas del agua a todos los niveles

Tanto las conferencias internacionales de los últimos 15 años como el Decenio Internacional “Agua para la Vida” (2005-2015), actualmente vigente, han resaltado la importancia de fortalecer la participación de las mujeres en todas las actividades de desarrollo relacionadas con el agua, a fin de capitalizar el conocimiento y la capacidad que estas tienen como de gestoras de los recursos hídricos.

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