26 jun 2024

ANA CRESPO DE LAS CASAS. PRESIDENTA DE LA REAL ACADEMIA DE CIENCIAS EXACTAS, FÍSICAS Y NATURALES DE ESPAÑA

 


 
                                                Foto. Internet


"La presencia de mujeres en las instituciones es un equilibrio para esas instituciones, no un servicio a las mujeres".

26/06/2024

Un ejemplo del techo de cristal, es decir de las dificultades que tienen las mujeres para alcanzar un reconocimiento de alto nivel  por su actividad profesional, es su baja presencia en las Academias. En el caso de  las Reales Academias Españolas, el porcentaje más alto de presencia femenina se encuentra en la Real Academia de Farmacia, la Real Academia de la Lengua,  la Real Academia de la de Historia  y la de Bellas Artes de San Fernando aunque en ninguna de ellas  alcanza  el  30%. Por otra parte en la Real Academia de Ciencias Veterinarias, la Real Academia de Ciencias Exactas, Física y Naturales, la Real Academia de Medicina, la de Ciencias Morales y Políticas y la de Jurisprudencia y Legislación, la presencia de mujeres académicas es aún inferior, rondando el 15%.

Recientemente la bióloga  Ana Crespo de las Casas ha sido elegida Presidenta de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España y, junto a la historiadora Carmen Iglesias Cano, que desde 2014 preside la Real Academia de Historia, serán las dos únicas mujeres que en la actualidad ostentan este cargo.

ANA CRESPO (Santa Cruz de Tenerife, 1948). Es la primera mujer en alcanzar la  presidencia de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España, fundada en 1847.

En 1970 se licenció en Ciencias Biológicas por la Universidad Complutense, y tres años mas tarde obtuvo el doctorado con la tesis "Contribución al conocimiento de la flora y vegetación de los líquenes epífitos de la Sierra de Guadarrama".

Ana Crespo es, desde el año 1983, catedrática  de Botánica de la Facultad de Farmacia de la Complutense. Fue una de las primeras mujeres en obtener una cátedra, y si ahora las mujeres solo ocupan un 26,3% de las mismas (Datos y Cifras del Sistema Universitario Español 2023-2024) no es difícil imaginar lo que significó ocuparla hace 40 años.

"cuando empiezas a notar que eres diferente, es cuando saltan las actitudes feministas. No era cuestión de ser catedrática o no, era darse cuenta de que no tienes las condiciones necesarias para ser feliz, para combinar lo que puedes y lo que quieres".

La trayectoria profesional de Ana Crespo ha sido muy amplia tanto en líneas de investigación científica como en actividades de política científica y universitaria.

Su trabajo científico se ha centrado en  la investigación evolutiva, sistemática y ecológica de líquenes, a la identificación molecular de especies, al tiempo que  ha colaborado en el diseño del DNAbarcoding o código de barras del ADN.

Ha ostentado diversos cargos de responsabilidad relacionados  con la investigación y las universidades en varios gobiernos:  Directora General del Gabinete  del Secretario de Estado de Universidades e Investigación (1987-1991); Directora General de Universidades (1991-1993) y Coordinadora General de la Comisión Nacional Evaluadora de la Actividad Investigadora (2005-2008). 

 



REFERENCIAS

https://edit.um.es/campusdigital/si-la-universidad-no-funciona-la-sociedad-no-funciona-ana-crespo/
https://rac.es/sobre-nosotros/miembros/academicos/numerarios/450/
WIKIPEDIA
https://elpais.com/ciencia/las-cientificas-responden/2023-11-15/los-liquenes-son-plantas.html

2 jun 2024

MUJERES GALARDONADAS CON EL PREMIO MEDIOAMBIENTAL GOLDMAN (1990-2024)




Premios Goldman 2024
 

Teresa Vicente (España, Europa). Abogada y Directora de la Cátedra de Derechos Humanos y derechos de la naturaleza, en la Universidad de Murcia.
Ha recibido este  premio por promover en el 2019, junto a un grupo de juristas, científicos y activistas una  Iniciativa

Legislativa Popular  para salvar el Mar Menor. Campaña que culminó con la aprobación de la
 ley 19/2022 para el reconocimiento de personalidad jurídica a la laguna del Mar Menor y su cuenca, y la considera como un sujeto con derechos propios.


Nonhle Mbuthuma (Sudáfrica, ÁFRICA). Activista ambiental sudafricana. Lidera el Comité Amadiba de Crisis que lucha contra empresas mineras australianas , que quieren extraer titanio, y otros minerales en la zona costera del llamado cabo salvaje. Ha sido victima de amenazas intimidaciones e incluso un intento de homicidio.

Ha recibido el Premio Goldman conjuntamente con Sinegugu Zukulo por detener las pruebas sísmicas destructivas para la  detección de petróleo y gas, en una región de gran biodiversidad del Cabo Oriental de Sudáfrica.
Murrawah Maroochy Johnson (Australia, Oceanía). Indígena australiana de la nación Birri Gubba. Ha sido distinguida con este premio  por  su liderazgo para bloquear el desarrollo de la mina de carbón Waratah, 

que habría destruido el Refugio Natural Bimble Box de casi 20.000 acres y habría añadido 1580 millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera.  

Andrea Vidaurre (Estados Unidos, Norteamérica). Activista contra la contaminación atmosférica desde 2018. Cofundadora y coordinadora política del Colectivo Popular por la Justicia Medioambiental del estado de  California.

Ha sido reconocida con el Goldman por su liderazgo popular, que logró que las autoridades estatales adoptarán normativas que conseguirán mejorar la calidad del aire para millones de personas en California.



Los premios Goldman fueron instituidos en 1990 por los filántropos Richard N. Goldman y su mujer, Rhoda H. Goldman, y se conceden anualmente como distinción a personas que trabajan en la defensa de la naturaleza y el medio ambiente, repartido en 6 categorías en función de la  zona geográfica: Europa, Asia, África, Naciones insulares, América del Norte, América Central y América del Sur. Cada uno de los premios incluye una dotación económica, en la actualidad, de 175.000 dólares. Las nominaciones a los premios son enviadas por diversas instituciones que trabajan en temas ambientales en todo el mundo, mientras que un grupo 150 personas expertas en temas ambientales, de más de 70 naciones distintas se encargan de valorar las propuestas y designar a las personas premiadas. Al Premio Goldman también se le conoce como el Premio Nobel del Medio Ambiente.

Desde su constitución en el año 1990, 100 mujeres han recibido esta distinción. Todas ellas han trabajado para denunciar graves problemas ambientales que afectan sobre todo a su ámbito local. Muchas de ellas han organizado a sus comunidades para conseguir preservar su entorno y eliminar situaciones desastrosas (minas a cielo abierto, presas, gestión de residuos, industrias contaminantes, etc.) para el medio ambiente.

Las mujeres merecedoras del Premio Goldman han sido:

1990
Lois Gibbs, activista ambiental estadounidense que organizó a todo el vecindario de Love Canal, un barrio de Niagara Falls (N.Y) para conseguir eliminar un vertedero de residuos tóxicos sobre el que estaban construidas sus viviendas. 
Janet Gibson, zoóloga de Belice por sus  esfuerzos en la conservación de los ecosistemas marinos, en particular el sistema de arrecifes coralinos.

1991
Wangari Muta Maathai, bióloga keniata. Fundadora del Movimiento Cinturón Verde, una ONG formada principalmente por mujeres cuya finalidad era la plantación de árboles para reducir los devastadores  efectos sociales y ambientales que producen la deforestación y la desertificación. Wangari Maathai también ganó el Premio Nobel de la Paz, en 2004. 
Eha Kern, maestra rural sueca por organizar un movimiento de niños y niñas, que recaudó millones de dolares, para poder adquirir y conservar los bosques primarios de Monteverde (Costa Rica). Recibió el premio conjuntamente con Roland Tiensuu.
Cath Wallace, ecologista y profesora de Economía neozelandesa ganadora del premio por su contribución a la protección de la Antártida.

1992
Medha Patkar, activista ambiental hindú. Organizó marchas y protestas pacíficas contra la construcción de presas sobre el mayor río que fluye por el oeste de la India.
Christine Jean, bióloga francesa, galardonada por su defensa del Río Loira contra la construcción de presas sobre el conocido como el último río salvaje de Europa.
Colleen McCrory, activista ambiental canadiense. Merecedora del premio por su lucha para salvar los bosques de la Columbia británica.

1993
Margaret Jacobsohn, activista ambiental de Namibia. Se le concedió el premio por ser pionera en un programa de manejo de recursos naturales que vinculaba la conservación de la fauna de su país al desarrollo sostenible. Recibió el premio conjuntamente con Garth Owen - Smith.
Dai Qing, escritora y periodista china. Galardonada por su oposición activa contra los planes del gobierno chino para la construcción de la gran presa de las Tres Gargantas.
JoAnn Tall, india lakota que ayudó a detener las pruebas nucleares, en la zona de Black Hills de Dakota del Norte (EE.UU).

1994
Laila Iskander Kamel, ministra y empresaria egipcia que trabajó con los recolectores de basura de El Cairo, para demostrar que los programas de reciclaje, a  gran escala, generan ingresos y mejoran las condiciones de vida de los recicladores.
Tuenjai Deetes, activista social tailandesa. Galardonada por su contribución a mejorar las condiciones de vida de las personas de las tribus de las montañas del norte de Tailandia.
Heffa Schüncking, activista ambiental alemana. Merecedora de la distinción por su lucha contra la destrucción de los bosques tropicales y propiciando una reducción significativa del consumo de madera tropical en Alemania.

1995
Emma Must, activista ambiental británica. Fue distinguida por promover grandes protestas contra un plan de construcción masiva de carreteras que destruían numerosos espacios protegidos.
Aurora Castillo, activista estadounidense impulsora del movimiento "las madres del este de Los Ángeles" que luchaban contra graves amenazas ambientales y de salud pública.

1996
Albena Simeonova, activista ambiental bulgara impulsora de movilizaciones contra la construcción de plantas de energía nuclear.
Marina Silva, ambientalista y pedagoga brasileña defensora de la Amazonas y defensora d numerosas familias de rerinqueiros.

1997
Terri Swearingen, enfermera estadounidense. Premiada por su lucha contra la mayor planta incineradora de residuos tóxicos en East Liverpool (Ohio).

1998
Anna Giordano, conservacionista italiana que puso en marcha una campaña para salvar a las aves rapaces en Sicilia.
Kory Johnson, activista ambiental estadounidense. Inició su trayectoria ambientalista a los nueve años fundando Niños para salvar el medio Ambiente y continuó su actividad luchando contra una incineradora industrial en Phoenix (Arizona).

1999
Jacqui Katona e Ivonne Margarula, aborigenes australianas que encabezaron la campaña contra una mina de uranio en el corazón del Parque Natural más grande de Australia.

2000
Oral Ataniyazova, médica de Uzbekistán. Galardonada por denuncir los daños a la salud pública que producía la muerte del mar de Aral.
Vera Mischenko, abogada rusa que fundó Ecojuris, la primera firma legal de interés público en Rusia.

2001
Yosepja Alomang, activista ambiental de Indonesia, que organizó un movimiento de resistencia contra la minería de oro que dañaba la cultura tradicional de los pueblos índigenas.
Myrsini Malakou, bióloga griega creadora de la primera área protegida transfronteriza de los Balcanes. Compartió el premio con Giorgos Catsadorakis.
Jane Akre, periodista estadounidense que investigó la controvertida hormona del crecimiento que se utiliza para estimular la producción de leche de las vacas. Compartió el premio con Steve Wilson.

2002
Fatima Jibrell, activista ambiental somalí. Defensora de las milenarias acacias sometidas a una tala para producir carbón.
Sara James, activista estadounidense y Norma Kassi, activista canadiense. Defensoras del Refugio Nacional de la Vida silvestre del Ártico contra las prospecciones petrolíferas. Compartieron el premio con Jonathan Solomon.
Jean La Rose, activista ambiental de la Guayana Francesa. Coordinó la primera denuncia indigena para proteger el Medio Ambiente de la minería.

2003
Eileen Kampakuta Brown y Eileen Wani Wingfield, aborigenes australianas, que desarrollaron una campaña contra la construcción de un almacén de resíduos nucleares 
Julia Bonds, activista ambiental que lideró una campaña para evitar la minería en las cimas de las montañas en América del Norte.
María Elena Foronda Farro, activista peruana. Organizó una campaña para transformar las industrias de harina de pescado de Centroamérica y América del Sur y así evitar los grandes vertidos contaminantes que dañan la salud pública.

2004
Rashida Bee y Champa Devi Shukla,  activistas ambientales hindúes que organizaron una movilización para exigir la limpieza y la indemnización de las personas afectadas por el escape de gas de Bhopal.
Manana Kochladze, activista ambiental de Georgia fundadora del grupo Alternativa verde. Este grupo organizó campañas para proteger a los habitantes locales y el medio ambiente de las zonas afectadas por la tubería de petroleo bku-Tbilisi- Ceyhn.
Margie Richard, activista estadounidense. Luchadora contra los problemas de salud que generaba la Industria química Shell sobre la comunidada cercana en Norco (Louisiana).
Libia Grueso, activista por los Derechos humanos de Colombia. Recibió el galardón por su lucha para proteger la región selvática del Pacífico colombiano.

2005
Kaisha Atakhanova, bióloga de Kazajistán. Fue galardonada por liderar una  campaña contra un almacen de residuos radioactivos en su país.
Stephanie Danielle Roth, periodista medioambiental Recibió el premio Goldman por impulsar una campaña internacional para detener la construcción de la mayor mina de oro a cielo abierto en su país.


2006
Olya Melen, abogada ucraniana. Galardonada por detener la construcción de un canal de navegación en aguas profundas que hubiera destruido el delta del Danubio.
Anne Kajir, activista de Papúa Nueva Guinea. Ganó una demanda contra la tala ilegal de lo que queda de un bosque tropical en su país.


2007
Sophia Rabliauskas, activista ambiental defensora de la protección de los bosques boreales de Manitoba


2008
Marina Rikhvanova, activista ambiental rusa. Fue galardonada por liderar la campaña  de defensa del lago Baikal.
Rosa Hilda Ramos, activista ambiental de Puerto Rico. Fundadora de las Comunidades Unidas contra la Contaminación en un pequeño municipio colindante contra la capital.


2009
Rizwana Hasan, abogada ambientalista de Bangladesh que encabezó una batalla legal contra los los peligros del desguace de buques.
Olga Speranskaya, científica rusa que organizó una red de la sociedad civil para eliminar de forma gradual los productos tóxicos en el Medio Ambiente.
Yuyuan Ismawati, activista ambiental de Indonesia que implementó programas de gestión de residuos que proporcionan oportunidades de empleo a personas de bajos ingresos económicos.
Maria Gunnoe, activista estadounidense, que lucho contra la minería a cielo abierto en Los Apalaches.


2010
Thuli Brilliance Makama, abogada de Swaziland, que lucho durante mas de tres años para que las ONGs ambientales estuvieran representadas en los organismos gubernamentales de su país.
Malgorzata Górska, activista polaca. Lideró la lucha contra el proyecto de construcción de una autopista en el valle polaco de Raspuda, una de las últimas zonas vírgenes de Europa.
Lynn Henning, agricultora ambientalista, que denunció las prácticas contaminantes de las grajas de cría intensiva.    


2011
Ursula Sladek, empresaria alemana que creó la primera empresa de energía renovable en respuesta a la dependencia alemana a la energía nuclear.    

2012
Sophia Gatica, activista ambiental argentina, que organizó a las mujeres de su barrio Ituzaingó (Córdona) para frenar la fumigación indiscriminada en los campos de soja de los alrededores. 
Ikal Angelei, activista de Kenia, galardonada por organizar la población local contra la construcción de una presa que bloquearía el acceso de agua a las comunidades indígenas del lago Turkana. 
Evgenia Chirikova, activista rusa que movilizó a la sociedad civil contra una carretera que iba a atravesar el bosque Khimki de Moscú.  
Caroline Cannon, activista estadounidense  defensora de la comunidad local que luchaba contra las perforaciones petrolíferas del Ártico.


2013
Aleta Baun, activista ambiental indonesia que organizó la ocupación de las minas de mármol que atentaban contra los bosques sagrados de las montañas de la isla de Timor. 
Kimberly Wasserman, activista estadounidense que impulsó movilizaciones para conseguir transformas dos plantas de carbón en sendos parques y espacios públicos en la ciudad de Chicago.
Nohra Padilla, activista colombiana que consiguió convertir en legal el reciclaje y organizó la gestión de residuos. 

2014
Helen Slottje, abogada estadounidense. Galardonada por su lucha contra el fracking en el estado de Nueva York.
Ruth Buendía, dirigente indígena peruana. Líder de las protestas contra diversos proyectos de embalses y centrales hidroeléctricas, que atentaban contra los pueblos indígenas.

2015 
Phyllis Omido, activista keniata, organizó a la comunidad de Mombasa contra una fundición de plomo, cuya actividad dañaba gravemente la salud al elevar la cantidad de plomo en el ambiente.
Berta Cáceres, una mujer lenca de Honduras, que reunió a su pueblo y emprendió una campaña que presionó con éxito a la constructora de presas más grande del país, para retirar el proyecto Agua Zarca. Ha sido asesinada este año 2016.
Marilyn Baptiste, activista canadiense que luchó por partida doble para evitar la actividad minera para la extracción de cobre y oro en la zona del Fish Lake (Columbia británica), zona de alto significado espiritual para las comunidades aborígenes de Canadá.  

2016
Zuzana Caputova, abogada de Eslovaquia, ha logrado que se clausure un vertedero de residuos tóxicos que estaba contaminando el agua en su ciudad.
Destiny Watford, activista estadounidense ha conseguido, con ayuda de los residentes de Baltimore (Estados Unidos), que no se construya una gran incineradora de basuras cerca de un colegio de la ciudad. De 20 años de edad, se convirtió en una de las ganadoras más jóvenes de la historia del Premio Ambiental Goldman. 
Máxima Acuña, agricultora peruana, que  le ha ganado la batalla a una empresa minera que quería explotar sus tierras.

2017
Wendy Bowman, granjera australiana de 83 años, ha impedido que la poderosa multinacional china  Yancoal  continuará su expansión en  Hunter Valley, en Nueva Gales del Sur (Australia). El desarrollo de la minería del carbón, a cielo abierto, estaba expulsando a quienes vivían de la agricultura y la ganadería en la zona, además de producir problemas medioambientales y de salud.

2018
Francia Márques, líder de la comunidad afro-colombiana, organizó la lucha social para detener la minería ilegal de oro en las tierras de su comunidad.
Claire Nouvian, activista ambiental francesa,  líder de la campaña que consiguió prohibir la práctica pesquera destructiva del arrastre de fondo en alta mar.
Makoma Lekalakala y Liz McDaid , activistas sudafricanas, que desarrollaron una amplia coalición para detener el acuerdo nuclear entre Sudáfrica y Rusia.
Manny Calonzo, activista ambiental filipina, responsable de una campaña de defensa que consiguió que el gobierno filipino prohibiera la producción, venta y uso de pinturas con plomo.
LeeAnne Walters, activista estadounidense, líder de un movimiento ciudadano preocupado por la calidad del agua de Flint, que obligó a las autoridades a tomar medidas que garantizaran el agua potable limpia.

2019
Jacqueline Evans, conservacionista marina. Lideró la  campaña que permitió proteger la biodiversidad marina de las islas Cook.
Linda García,  activista ambiental. Organizó a la ciudadanía del Fruit Valley para conseguir detener la construcción de la terminal petrolera más grande de Norteamérica. 
Ana Colovic Lesoska, bióloga. Lideró durante siete años una campaña que ha permitido suspender la financiación internacional  de dos centrales hidroeléctricas  dentro del Parque Nacional Mavrovo, hábitat del lince balcánico, especie que se encuentra al borde de la extinción.
Bayarjarjargal Agvaantseren, enseñante y guía turística. Contribuyó a crear la Reserva Natural Tost Tosonbumba, en el desierto de Gobi al lograr anular todas las licencias de explotación minera de la zona  protegida. Tost Tosonbumba  alberga una de las escasas poblaciones del leopardo de las nieves.

2020
Leydy Pech, apicultora indígena maya. Lideró la coalición que derroto a la empresa Monsanto al conseguir detener la siembra de soja transgénica, en el sur de Mexico.
Kristal Ambrose, impulsora de la campaña que consiguió la prohibición del uso de bolsas de plástico, cubiertos, pajitas y recipientes de poliestireno, en las Bahamas, a partir de nero de 2020.
Lucien Pinson, lideró el movimiento que consiguió  que los 3 bancos mas importantes de Francia eliminarán la financiación de nuevos proyectos de carbón.
Nemonte Nenquimo, encabezó una campaña indígena y una acción legal para proteger una gran extensión de la región  amazónica del Ecuador y territorio waorani, contra la extracción petrolera.

2021
Gloria Majiga-Kamoto (Malawi, ÁFRICA): Preocupada por el daño ambiental causado por la creciente contaminación plástica en Malawi, Gloria Majiga-Kamoto luchó contra la industria del plástico y galvanizó un movimiento de base en apoyo de una prohibición nacional de plásticos delgados, un tipo de plástico de un solo uso.
Maida Bilal (Bosnia y Herzegovina, EUROPA): Maida Bilal dirigió a un grupo de mujeres de su aldea en un bloqueo de 503 días de equipo pesado que resultó en la cancelación de los permisos para dos presas propuestas en el río Kruščica en diciembre de 2018.
Kimiko Hirata (Japón, ISLAS Y NACIONES ISLAS): Durante los últimos años, la campaña de base de Kimiko Hirata llevó a la cancelación de 13 centrales eléctricas de carbón (7GW o 7,030MW) en Japón.
Sharon Lavigne (Estados Unidos, NORTEAMÉRICA): En septiembre de 2019, Sharon Lavigne, una maestra de educación especial que se convirtió en defensora de la justicia ambiental, detuvo con éxito la construcción de una planta de fabricación de plásticos de US $ 1.25 millones junto al río Mississippi en St. James Parish, Louisiana.
Liz Chicaje Churay (Perú, SUR Y CENTROAMÉRICA): En enero de 2018, como resultado de los esfuerzos de Liz Chicaje Churay y sus socios, el gobierno peruano creó el Parque Nacional Yaguas. Comparable en tamaño al Parque Nacional Yellowstone, el nuevo parque protege más de dos millones de acres de selva amazónica.

2022
Marjan Minnesma (Países Bajos, EUROPA). En 2019 consiguió que la Corte Suprema holandesa dictaminara que, el gobierno holandés tenía la obligación legal de proteger a su ciudadanía del cambio climático.
Nalleli Cobo (Estados Unidos, NORTEAMÉRICA). Lidera una coalición comunitaria para cerrar permanentemente una polémica extracción de petróleo en el sur de California.
Alexandra Narváez (Ecuador, SUR Y CENTROAMÉRICA). Encabezó junto a Alex Lucitante un movimiento indígena para proteger el territorio ancestral de su pueblo A'i Cof´an de la mineria de oro.

2023
Alexandra Korap (Brasil, SURAMÉRICA ). Presidenta de la Asociación Indígena Parisi. Organizó junto a las mujeres munduruku  la lucha de su comunidad contra la empresa minera AngloAmerican responsable de la deforestación de la selva amazónica. En 2021, dicha empresa tuvo que cerrar 27 minas en sus territorios logrando proteger 400.000 acres de selva tropical.
Delima Silalahi (Sumatra, ASIA). Directora ejecutiva de  Kelompok Studi dan Pengembang Prakarsa Masyarakat (KSPPM), una ONG dedicada a la protección forestal tradicional. Delima es una mujer batak de Sumatra del Norte, de una de las muchas zonas afectadas por la tala de bosques para plantaciones industriales. En 2022, gracias a la campaña de Delima y la ONG KSPPM, el gobierno de Indonesia otorgó a seis comunidades batak la administración legal de 17,824 acres de sus bosques. Estas comunidades han comenzado a reforestar el área con especies forestales autóctonas.
Diane Wilson  (Estados Unidos, NORTEAMÉRICA). Pescadora profesional de  camarones. Se convirtió en activista ambiental al leer, en 1984, un artículo de prensa en el que su condado aparecía como el mas tóxico de EEUU. En 2019 demandó y ganó 50 millones de dólares a Formosa Plastics, una empresa responsable de arrojar residuos plásticos tóxicos en la costa del Golfo de Texas.  

2024

Nonhle Mbuthuma (Sudáfrica, AFRICA). Activista ambiental sudafricana. Lidera el Comité Amadiba de Crisis que lucha contra empresas mineras australianas , que quieren extraer titanio, y otros minerales en la zona costera del llamado cabo salvaje. Ha sido victima de amenazas intimidaciones e incluso un intento de homicidio. Ha recibido el Premio Goldman conjuntamente con Sinegugu Zukulo por detener las pruebas sísmicas destructivas para la  detección de petróleo y gas, en una región de gran biodiversidad del Cabo Oriental de Sudáfrica.

Teresa Vicente (España, Europa). Abogada y Directora de la Cátedra de Derechos Humanos y derechos de la naturaleza, en la Universidad de Murcia. Ha recibido este  premio por promover en el 2019, junto a un grupo de juristas, científicos y activistas una  Iniciativa Legislativa Popular  para salvar el Mar Menor. Campaña que culminó con la aprobación de la ley 19/2022 para el reconocimiento de personalidad jurídica a la laguna del Mar Menor y su cuenca, y la considera como un sujeto con derechos propios. 

Murrawah Maroochy Johnson (Australia, Oceanía). Indígena australiana de la nación Birri Gubba. Ha sido distinguida con el Premio Goldman por  su liderazgo para bloquear el desarrollo de la mina de carbón Waratah, que habría destruido el Refugio Natural Bimble Box de casi 20.000 acres y habría añadido 1580 millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera.  

Andrea Vidaurre (Estados Unidos, Norteamérica). Activista contra la contaminación atmósferica desde 2018. Cofundadora y coordinadora política del Colectivo Popular por la Justicia Medioambiental del estado de  California, Ha sido reconocida con el Goldman por su liderazgo popular, que logró que las autoridades estatales adoptarán normativas que conseguirán mejorar la calidad del aire para millones de personas en California.



Todas ellas han dedicado su esfuerzo, su energía, su tiempo y,  como en el caso de Berta Cáceres, su  vida para conseguir preservar el medio ambiente para las generaciones futuras. 

REFERENCIAS

https://es.wikipedia.org/wiki/Premio_Medioambiental_Goldman

https://portal-ambiental.com/ecologia/conoce-las-historias-de-los-ganadores-del-premio-nobel-de-ecologia-2021-por-defender-la-vida/

Actualizado el 2 de junio de 2024

7 may 2024

PRESENCIA DE MUJERES CIENTÍFICAS EN LOS NUEVOS LIBROS DE TEXTO



07/05/24

A raíz de un  trabajo de investigación reciente,  he tenido la oportunidad de revisar algunos de los nuevos libros de texto de Biología y Geología  para Secundaria y Bachillerato. En concreto he analizado la presencia  de mujeres científicas en los textos, así como el número de  ilustraciones femeninas y masculinas y el lenguaje (inclusivo o no) utilizado en 10 libros de las editoriales Anaya, Santillana, McGraw Hill, Cruïlla y Baula. En estas tres últimas, los textos analizados se correspondían a ediciones publicadas en Catalunya.  

Los resultados obtenidos se encuentran recogidos en la siguiente tabla:




1. En todos los textos aparecen citas, imágenes, datos  biográficos, y  menciones de las aportaciones a la ciencia de mujeres científicas. No obstante en 8 de ellos su número es menor al de los hombres.

En los dos textos de 2º de Bachillerato se hace referencia a investigaciones realizadas por equipos de científicas y científicos mencionando solo  sus apellidos, lo que hace difícil que el alumnado intuya que algunos correspondan a mujeres. Es el caso de Martha Chase o Tsuneko. Okazaki,  que son participantes en las investigaciones sobre el ADN. Ocurre lo mismo en el libro de 3º ESO, de la Ed. Baula, con la geóloga Inge Lehman,  que solo es mencionada por su apellido, cuando  trata el tema de la estructura interna de la tierra.

2. En las ilustraciones que acompañan los diferentes temas de los 10 libros hay relativamente pocas que utilicen figuras femeninas y masculinas. Hay 5 textos en los que hay mas figuras femeninas que masculinas y otros 5 en que son las masculinas las que predominan. En general abundan ilustraciones que muestran fragmentos del cuerpo humano sin especificar si son de hombres o mujeres.

3. En 5 de los libros analizados se utiliza el lenguaje inclusivo de forma total. Otros 2 utilizan el masculino genérico de forma generalizado y en el resto hay una mezcla de ambos.

4. Aunque el curriculum oculto presente en todos los textos  es difícil de valorar, se observan imágenes  que siguen trasmitiendo  valores femeninos y valores masculinos tradicionales, y que no representan de forma significativa los cambios sociales producidos. Algunos ejemplos se pueden observar en las siguientes ilustraciones:

En la primera se pueden apreciar  personajes femeninos y masculinos pero  se puede apreciar un reparto de roles muy tradicional. Asignar la función de cajera a una figura femenina y el acompañamiento de su entorno familiar  a las otras dos no son en ningún caso un "cambio social".   
 
 Las dos ilustraciones siguientes  son un claro ejemplo de los comportamientos sexistas que
ocurren en las aulas. Las chicas adoptan actitudes de pasividad  aprendiendo a  ser no protagonistas. Interiorizan un papel secundario y una inseguridad en el ámbito público,  el denominado síndrome de la impostora. Esta actitud se va acrecentando según las alumnas avanzan en su vida escolar.
Las  siguientes imágenes actúan como un refuerzo de las situaciones discriminatorias que ocurren en la actividad científica del alumnado.   
                               







Es evidente que han habido cambios, que las mujeres científicas están presentes en los libros de texto en una mayor proporción que en el pasado. (Ver tabla de un texto del año 2016).    Aún así  mi impresión es que se ha hecho un lavado de cara pero que aún queda mucho trabajo por realizar.








19 mar 2024

CIENTIFICAS EN LA LITERATURA DE FICCIÓN 24. "LECCIONES DE QUÍMICA" de BONNIE GARMUS

 



Lecciones de Química de Bonnie Garmus (Ed. Salamandra, 2023) es una novela cuya  protagonista, Elizabeth Zott, es  una  científica fictícia, que  trabaja en  el Instituto de  Investigación Hastings, en California.

La acción transcurre en los años 50 y la autora introduce en la narración  numerosas situaciones discriminatorias, a las que se enfrenta la protagonista en el desarrollo de su trabajo  como investigadora. Situaciones totalmente identificables con las denunciadas por las mujeres científicas actuales: la falta de reconocimiento, la violencia sexual, la desigualdad salarial, el efecto Matilda,  la  conciliación del trabajo y vida familiar, la problemática de las parejas científicas y la invisibilidad de las científicas. 

La falta de reconocimiento al trabajo de las científicas aparece en  repetidas ocasiones a lo largo del texto. Un lugar común es confundirlas con una secretaria:

    "-¡O sea que quiere hablar con un químico, ¿no? Pero no CONMIGO, ¿verdad?...

    -¡Exacto! -contestó él, y luego añadió un poco mas templado-: Mire, se que no es culpa suya, pero no deberían enviar a una secretaria que les resuelva la papeleta". (pp. 21).

O infravalorando su formación académica:

   " ...Comentaron también que, si había obtenido ese máster en Química Orgánica por UCLA, la Universidad de California en los Ángeles, sólo podía deberse a un enchufe, e ilustraron el término con risitas y gestos lascivos. ¿Quién se había creído que era?  

    -Alguien debería ponerla en su sitio -amenazó uno, 

    -Tampoco es que sea una lumbrera -adujo otro.

    - Es una zorra -declaró una voz conocida. Era su jefe, Donatti." (pp.26).

Otro aspecto tratado es  la violencia sexual en la ciencia, en este caso con situaciones de acoso sexual e incluso violación:

    "Elizabeth, sin embargo, no se marchó; no podía, necesitaba de esa titulación. Soportó, pues, las vejaciones diarias -los tocamiento, los comentarios lascivas, las repulsivas insinuaciones- (pp.28).

    "-¡He dicho que te estés quieta! gritó furioso mientras ella se retorcía de un lado y otro, con el aliento entre cortado por la conmoción, intentando desembarazarse de aquel torso bulboso que le aplastaba el cuerpo como una tortilla."(pp.30).

La  desigualdad salarial  también está presente en la vida profesional de Elizabeth Zott:

    "Hastings le pagaba un sueldo mísero -mas o menos la mitad de lo que hubiera percibido un hombre en su mismo puesto."  (pp.61).

El Efecto Matilda,  prejuicio en contra de reconocer los logros de las mujeres científicas cuyo trabajo a menudo se atribuye a sus colegas de género masculino, y claro ejemplo de discriminación, aparecen en la novela, también de forma repetida.

    "El acaudalado caballero pareció realmente sorprendido.

     -Estoy de paso en la ciudad, tan solo voy a quedarme un día, pero tengo mucho interés en conocer al Sr Zott -afirmó...

      Hastings le dio muchas vueltas a la cuestión. "Conocer a Zott", pensaron. ¿Y descubrir que era una mujer y no un hombre?

     "... -Por desgracia, no va a ser posible -contestaron-.El señor Zott se encuentra en Europa". (pp.138).

En las parejas de profesionales de la ciencia, las mujeres tienen que luchar por conseguir su espacio propio. Esto se ve agrandado en los países en los que las mujeres pierden su apellido al casarse. Situación que queda planteada en esta novela.

       "Todo lo que yo haga llevará automáticamente tu nombre, como si fuera obra tuya. De hecho, la mayoría pensará que te corresponde su autoría solo por el el hecho de ser hombre, pero sobre todo por ser Calvin Evans. No quiero convertirme en una Mileva Einstein o una Esther Lederberg más,"  (pp.70).

La invisibilidad de las científicas también queda denunciada en numerosas ocasiones:

     "Cuando estudiabas en Cambridge ... ¿a cuántas científicas conociste?

      - A ninguna. Pero es que estaba en un colegio universitario masculino.

       - .... A ver dime, ¿a cuántas científicas conoces? Y no vale mencionar a Madame Curie." (pps.30-39).   

Esto es solo una pequeña muestra, la novela ´tiene  460 páginas, de como se plantean en este relato las múltiples  situaciones de discriminación, desigualdad y dificultades que encuentran las mujeres científicas a a hora de desarrollar una carrera profesional.


 

 



 

  

       

29 feb 2024

Artículo sobre la conferencia DONES I CIÈNCIA. HISTÒRIA D'UN GREUGE

Publicado en dBalears, el pasado 21 de febrero. Autor Tomeu Martí.



La Societat Catalana de Biologia, filial de l’Institut d'Estudis Catalans, va organitzar el dimecres 14 de febrer la conferència Dones i ciència. Història d’un greuge, a càrrec de Teresa Claramunt Vallespí, catedràtica d’ensenyament secundari en l’especialitat de biologia i geologia. 

La conferenciant va denunciar el poc coneixement que tenen els estudiants de secundària de les dones científiques: «Només coneixen la Marie Curie, que s’ha convertit en una icona que serveix per a blanquejar l’omissió i ocultació de les dones científiques». Per a ella, hi ha raons històriques que han portat a aquesta situació: «La ciència ha estat feta per homes, moltes dones han estat considerades com a ajudants dels seus marits, pares o germans, quan, en realitat, feien tasques tan importants com ells. També tenien prohibit l’accés a la ciència oficial i es donava per fet que no accedirien als estudis». Són només algunes de les raons que va esgrimir durant la xerrada, que també va servir per a reivindicar alguns noms que no surten en els llibres de text. Va citar, per exemple, Maria la Jueva, que va viure durant el segle I dC, inventora de la tècnica del bany maria: «Tothom l’hauria de conèixer, era una gran alquimista».

Claramunt va fer un repàs per la història de les dones a la ciència, des del Neolític: «Eren ja sanadores, tenien cert poder, perquè entraven a les cases dels malalts, tractaven molta gent, les respectaven. Això va durar fins al segle X, quan es va crear la Universitat. Els homes van decidir que les dones no hi tindrien accés. Van descriure les sanadores com a bruixes i les van perseguir i cremar».

També va parlar dels convents, que es van convertir en espais de llibertat per a les dones: «Així va ser, per exemple, per a l’abadessa alemanya Hildegarda de Bingen (1098-1179), compositora, escriptora, filòsofa i científica».

Després de l’edat mitjana, va explicar la ponent, van aparèixer algunes opcions per a les dones que volien fer ciència: «Podien estudiar plantes i animals, sense experimentació. És el cas de Maria Sibylla Merian (1647-1717), que va descriure la metamorfosi de les papallones».

Mereixen un capítol a part les dones que van haver de vestir-se d’home per exercir la medicina. James M. Stuart o Henriette Faver Caven en són dos casos.

La conferència es va tancar amb referències a científiques més contemporànies reconegudes, com Lynn Margulis (1938-2011), però que han hagut de treballar i continuen enfrontant-se als prejudicis i la desigualtat de tracte.

CONFERENCIA   https://youtu.be/RcbucXD1QFY?si=B4DsoZ5WJCF9B_al


10 ene 2024

CIENTÍFICAS EN LA LITERATURA DE FICCIÓN 23. "TASMANIA" de PAOLO GIORDANO




09/01/2024

Recientemente he leído  Tasmania de Paolo Giordano (Ed. Tusquets, 2023) y Lecciones de Química  de Bonnie Garmus (Ed. Salamandra, 2023). En ambas novelas, con mayor o menor protagonismo, aparecen mujeres dedicadas a la ciencia. No obstante he encontrado un cambio significativo en su tratamiento respecto a  anteriores lecturas,  en las también aparecían  científicas ficticias  y/o se nombraban científicas reales. Tanto en Tasmania como en Lecciones de Química, estos personajes  aparecen relacionadas con los problemas de discriminación y desigualdad que, aquí y ahora,   sufren  estas mujeres en el desarrollo de  su labor investigadora. En las 22 libros leídos y analizados anteriormente en este blog,  las científicas, reales o ficticias, que aparecían en las novelas  respondían en general al deseo de la autora o autor de reconocer el trabajo de estas mujeres y de contribuir a su visibilización.  

En Tasmania, el protagonista  es un físico que trabaja como escritor y periodista  científico que a lo largo de la novela se relaciona con amigos, también físicos. Uno de ellos, el autodenominado "el hombre de las nubes", en un momento de la narración   pronuncia una conferencia  con el objetivo de demostrar que "existía , desde luego , una discriminación de género en la ciencia, ¡pero en detrimento de los hombres (pp.205). A esta conclusión llega tras un discurso que el protagonista de la novela relata con el siguiente texto:

" Novelli expuso los principales problemas que tenía la mujer en el mundo científico citando, entre comillas, declaraciones que había espigado en los medios de comunicación. Según estas declaraciones o, como precisó, si nos creemos el relato vigente, los hombres lo dominan todo. Ocupan los puestos principales de las universidades y grupos de investigación y siempre obtenían los fondos mas cuantiosos. Además de eso, las científicas denuncian agravios de diversa índole y llegaban a afirmar que había una verdadera cultura del abuso, un sistema organizado Y había también otra serie de prácticas discriminatorias e injustas, bautizadas todas con nombres ingleses: mansplaining, mobbing, gaslighting". (pp.202). 

 Novelli, que estaba especialmente humillado y cabreado por no  haber obtenido  una cátedra de universidad en detrimento de una científica, incluía en la  conferencia los resultados de  una investigación que  había realizado sobre el rendimiento de investigadores e  investigadoras, y que le llevaba a la siguiente conclusión:

"Según aquellos datos, las mujeres entraban en el mundo científico con las mismas oportunidades que los hombres, pero muy pronto se quedaban atrás. Si en los exámenes universitarios se revelaban tan capaces como los hombres e incluso mas, su rendimiento en la investigación caía a toda prisa.... En definitiva, según el análisis de Novelli , la diferencia existía, pero no era fruto de ninguna injusticia social. Tenía un fundamento lógico, intrínseco: las mujeres tenían menos éxito en el mundo científico porque eran, de media, menos capaces". (pp.204) .

Esta situación  novelada en Tasmania es un hecho real que se ha dado muchas veces a lo largo de la historia de la ciencia. La autoridad científica masculina ha sido responsable de desarrollar estudios científicos que se han utilizado para demostrar la supuesta superioridad de los hombres frente a las mujeres. 

Otro aspecto a resaltar es el gran número de científicos reales y ficticios que aparecen a lo largo del relato. Casi  todos ellos físicos, relacionados con la fabricación de la bomba atómica (Yuval Gros  Edward Witien, Lev Landau, Enrico Fermi, Werner Heinsenberg, Roberto Oppenheimer, Eugene Wigner, John Hersey, Albert Einstein, Niels Bohr, Louis Sloti, Alan Turing, Thomas Alva Edison, Stephen Hawking, Richard Feynman. Frente a esta larga lista  solo se nombra a 3 científicas (Marie Curie, Irene Curie y Sofia Kovaleskaya).



OTROS LIBROS TRATADOS EN ESTE BLOG:

Especie. Susana Martin Gijón. (Mary Temple Grandin)

Un día en la vida de una mujer sonriente. Margaret Drabble. (científica de ficción)

Reina Roja. Juan Gómez -Jurado. (Edith Stern/Hipatia) 

De plantas y animales. Ida Vitale (Hildegarda de Bingen/Herrade de Landsberg/Len Howard)

Mi querido asesino en serie. Alicia Giménez Bartlett. (Marie Curie)

El fil invisible/El hilo invisible. Gemma Lienas. (Rosalind Franklin)

Los crímenes de Mitford. Jessica Fellowes. (Florence Nightingale)

Solenoide. Mircea Cartarescu  (Mary Everest Boole)

Las huellas de la vida. Tracy Chevalier (Mary Anning)

La trama nupcial. Jeffrey Eugenides. (Barbara McClintock)

Buenos días guapa. Maxie Wander. (Marie Curie)

Un año en los bosques. Sue Hubbell (Margaret Mead)

La pulsión de la muerte. Jed Rubenfeld (Marie Curie)

La mujer que buscaba. Nawal El Saadawi (Marie Curie)

La golondrina negra. Sissel-Jo Gazan (científica de ficción)

El libro de Blanche y Marie. Per Olov Enquist (Marie Curie)

Cien años de soledad. Gabriel García Márquez. (Maria la Judia)

Domina. Barbara Wood. (Elizabeth y EmilyBlackwell/Florence Nightingale/Elizabeth Garrett Anderson)

Verano Pródigo. Barbara Kingsolver. (Rachel Carson)

La marea hambrienta. Amitav Ghosh.  (científica de ficción/Jane Goodall/Helene Marsh)

Cortejo de muerte. Julie Parsons. (Cynthia Evelyn Longfield)

Amor perdurable. Ian McEwan. (Rosalind Franklin)

Muerte entre líneas. Donna Leon.  (Maria Sybilla Merian)




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