4/4/2018
MARÍA NEIRA GONZÁLEZ. (La Falguera, Asturias, 1960). Directora del Departamento de Salud Pública, Medio Ambiente y Determinantes Sociales de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
María Neira ha realizado numerosas entrevistas en los medios de comunicación en las que se recogen cuales son sus principales objetivos al frente de dicho departamento: la lucha contra la calidad del aire, la obesidad, la malnutrición y las dificultades de las mujeres para acceder al agua potable. Algunas de sus opiniones sobre estos problemas se recogen a continuación:
"La contaminación del aire, con siete millones de muertes anuales asociadas. ¡La humanidad jamás había estado expuesta a niveles de contaminación del aire como los actuales! Sabemos que el cambio climático traerá más desnutrición, más dificultad para el acceso al agua potable y, con ello, un aumento de las enfermedades como la malaria o el dengue, y más desastres naturales seguidos de desplazamientos masivos".
"Los relativos al cambio climático y la contaminación del aire son una prioridad porque requieren un pensamiento transversal y estratégico. Aunque es cierto, y en absoluto lo olvidamos, que tenemos otros desafíos como los brotes epidémicos o la resistencia microbacteriana, que es un problema gravísimo. La gente toma antibióticos como si fueran pastillas de limón… Pero si hablamos de políticas de salud pública que requieren influenciar en otros sectores, está claro que las referidas a la contaminación del aire son las más importantes. Si yo pudiera tener una varita mágica, pediría reunirme con todos los ministros de Energía para que se comprometieran a utilizar energía limpia en pocos años. Las decisiones que se tomen en este periodo de transición energética son las que van a tener más impacto en la salud de los ciudadanos. Es evidente que hay que abandonar el carbón, los combustibles fósiles, y es evidente que hay que moverse a una energía renovable".
También ha sido preguntada sobre los problemas a los que se ha tenido que enfrentar por su condición de mujer:
"En algunos países existe algo de rechazo, pero nunca ha sido un obstáculo para mí. Si tú misma no te pones barreras, es fácil saltar por encima. No hay que dejarse impresionar por esos códigos mal llamados culturales –porque no tener respeto por una mujer no se puede llamar así– , y hago como que no los veo. Una se comporta como lo que es, otro ser humano, y cuando empiezas a convencer con tus argumentos, he visto a hombres cambiar la mirada. Seguro que en algunos casos han pensado que qué atrevida, pues ¡ojalá! Si hemos podido ir rompiendo lanzas a favor de las mujeres, mejor. Es un tema que me preocupa mucho".
"Hay que creerse que lo de ser mujer es fantástico, pero sin que nadie nos encasille ni nos tutele. Para ser una gran mujer no hay que parecerse a un hombre, hay que sacar lo mejor y aportar la diferencia y, sobre todo, hay que ser solidaria con otras mujeres".
"Los relativos al cambio climático y la contaminación del aire son una prioridad porque requieren un pensamiento transversal y estratégico. Aunque es cierto, y en absoluto lo olvidamos, que tenemos otros desafíos como los brotes epidémicos o la resistencia microbacteriana, que es un problema gravísimo. La gente toma antibióticos como si fueran pastillas de limón… Pero si hablamos de políticas de salud pública que requieren influenciar en otros sectores, está claro que las referidas a la contaminación del aire son las más importantes. Si yo pudiera tener una varita mágica, pediría reunirme con todos los ministros de Energía para que se comprometieran a utilizar energía limpia en pocos años. Las decisiones que se tomen en este periodo de transición energética son las que van a tener más impacto en la salud de los ciudadanos. Es evidente que hay que abandonar el carbón, los combustibles fósiles, y es evidente que hay que moverse a una energía renovable".
También ha sido preguntada sobre los problemas a los que se ha tenido que enfrentar por su condición de mujer:
"En algunos países existe algo de rechazo, pero nunca ha sido un obstáculo para mí. Si tú misma no te pones barreras, es fácil saltar por encima. No hay que dejarse impresionar por esos códigos mal llamados culturales –porque no tener respeto por una mujer no se puede llamar así– , y hago como que no los veo. Una se comporta como lo que es, otro ser humano, y cuando empiezas a convencer con tus argumentos, he visto a hombres cambiar la mirada. Seguro que en algunos casos han pensado que qué atrevida, pues ¡ojalá! Si hemos podido ir rompiendo lanzas a favor de las mujeres, mejor. Es un tema que me preocupa mucho".
"Hay que creerse que lo de ser mujer es fantástico, pero sin que nadie nos encasille ni nos tutele. Para ser una gran mujer no hay que parecerse a un hombre, hay que sacar lo mejor y aportar la diferencia y, sobre todo, hay que ser solidaria con otras mujeres".
María Neira estudió Medicina en la Universidad de Oviedo. Posteriormente se trasladó a París donde se especializó en Endocrinología y Enfermedades Metabólicas, en Nutrición y realizó un Master en Salud Pública. Ejerció la medicina con Médicos Sin Fronteras (MSF) en un campo de personas refugiadas en la frontera de El Salvador con Honduras, y más tarde trabajó con la ONU en Mozambique y Ruanda. En el año 1999 ingresó en la OMS como directora del departamento de Prevención y Erradicación de Enfermedades Infecciosas.
María Neira regresó a España en 2002 para crear la Agencia Española de Seguridad Alimentaria, cuya presidencia ejerció hasta 2005, cuando asumió su responsabilidad actual al frente del departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS.
Su trayectoria profesional ha sido reconocida con la Orden del Mérito Nacional, otorgado por Gobierno de la República Francesa en el año 2005.
Entrevistas consultadas sobre objetivos de su departamento y mujeres
Su trayectoria profesional ha sido reconocida con la Orden del Mérito Nacional, otorgado por Gobierno de la República Francesa en el año 2005.
Entrevistas consultadas sobre objetivos de su departamento y mujeres
No hay comentarios:
Publicar un comentario