El libro del escritor estadounidense Jed Rubenfeld, La pulsión de la muerte (2012) es una novela de intriga política y científica. Una de las protagonistas es Colette Rousseau, una discípula de Marie Curie que está en EEUU apoyando una campaña de recaudación de fondos para poder comprar un gramo de radio para la eminente científica Marie Curie. A través de la historia de Colette se introduce mucha información sobre Madame Curie, sobre su relación con Paul Langevin, sobre el trabajo conjunto de Marie y Pierre, de las muchas críticas que recibió, sobre las camionetas con unidades portátiles de rayos X en la guerra, sobre su salud, su aspecto., etc. Un ejemplo puede ser la descripción de como la protagonista conoció a Marie Curie:
- ¿Cómo conoció a
Madame Curie?
La chica respondió
al cabo de un rato
-Fui a la Sorbona y
les dije que quería estudiar química. Tenía diecisiete años. Todos se rieron de
mi porque no había hecho el bachillerato. Por casualidad, o fue la providencia,
¡quién sabe?, Madame entró en aquel momento. Nos había oído. Su presencia les
aterraba. Parece mayor, pero es muy bondadosa. No sé por qué, pero se interesó
por mi cuando supo que mi padre me había enseñado matemáticas y ciencia (pág. 77).
La presencia de Marie Curie en la
narración es tan potente que incluso, durante siete páginas, se convierte en un personaje secundario.
Ocurre cuando es visitada por Colette y
Younger, otro personaje principal de esta novela, para solicitarle una opinión
sobre el caso que ambos están investigando.
(…)Tras saludar a viejos amigos,
Colette condujo a Younger hasta la entrada de una habitación de techo alto, con
una amplia ventana y un escritorio en lugar de una mesa de laboratorio. Dentro
de la habitación, una mujer de pelo gris daba instrucciones a un ayudante que
embalaba artefactos científicos en una caja con mucho cuidado.
Colette golpeó con
los nudillos la puerta abierta y dijo:
-¿Madame?
Marie Curie se
volvió y fijó la mirada:
-¿Quién es?
-Soy Colette,
Madame.
-Hija mía –exclamó Madame Curie,
radiante de alegría-. Ven aquí. Ven aquí ahora mismo.
Marie Curie tenía cincuenta y dos
años pero aparentaba más. Pequeñas líneas verticales le fruncían el labio
superior, y tenía manchas en las manos y rojas las yemas de los dedos. Llevaba
el pelo recogido en un moño prieto. Un sencillo vestido negro le cubría el
cuerpo entero, desde el cuello ceñido y las mangas largas hasta la falda que le
llegaba a los pies. Su porte, no obstante, era erguido y orgulloso, y la suya
era una de esas frentes tan despejadas y hermosas que transmiten serenidad a
pesar de las adversidades del infortunio humano (pág. 379).
En cuanto a la protagonista, Colette
Rousseau ha logrado ser radio química, compaginando estudios y
trabajo. Colette había empezado a trabajar en París con Marie Curie en los
camiones portátiles de los rayos X, y en numerosas ocasiones expresa su
admiración por la descubridora del radio,
sus ansías de estudiar en la Sorbona, y de las dificultades para conseguirlo, ya que al
terminar la guerra los hombres volverán a sus estudios y habrá menos oportunidades para las mujeres.
La trama de la novela la traslada a Nueva
York, y allí también trabaja en un
laboratorio. Toda la narración abunda en continuas alusiones a Madame Curie y a
aspectos de su vida. No obstante en la
construcción del personaje de Colette tiene mayor peso su historia familiar y sus relaciones
afectivas que su trayectoria profesional.
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