13 may 2014

CIENTÍFICAS EN LA LITERATURA DE FICCIÓN 2. ROSALIND FRANKLIN - IAN McEWAN

Una segunda entrega de esta serie, en la que se recoge como se presentan a científicas de trayectoria conocida en algunas novelas. En este caso se trata del libro Amor perdurable de Ian McEwan, publicado en el año 1998. La figura de Rosalind Franklin aparece en  una conversación sobre la historia del  ADN en unos términos que para nada evidencian el papel tan decisivo que esta cristalografa jugó en el descubrimiento de la doble hélice del ADN y que fue ninguneado durante muchos años. En la página 205 se puede leer:








Rosalind FRANKLIN (1920-1958). Nació en Londres en 1920 y, a pesar de que a su padre no le gustaba que fuera a la universidad, en 1938 aprobó el examen de ingreso en física y química en Cambridge. Entró en contacto con la cristalografía cuando conoció al profesor William Lawrence Bragg (Premio Nobel en 1915), hecho que tanto influiría en su actividad científica posterior.  En 1947 se instaló en París donde aprendió y dominó las técnicas de la difracción de los rayos X, adquiriendo tanta experiencia, que en 1950  John Randall, director del laboratorio del King´s College de Londres  le ofreció ocuparse de una unidad de investigación y es en ese laboratorio donde realizó sus investigaciones sobre la estructura del ADN. Su llegada e integración en el King´s College no fue nada fácil, creía que iba a trabajar sola cuando realmente tuvo que hacerlo  bajo la dirección de Maurice Wilkins. Éste enseño a Watson, sin el conocimiento de Rosalind  uno de los diagramas de difracción del ADN sobre los que ella  trabajaba,  Watson se dio cuenta inmediatamente de que el modelo de hélice era correcto y unas semanas después él y su colega Crick presentaron su propuesta para el ADN que fue publicada el 25 de abril de 1953 en la revista Nature. Las relaciones entre los protagonistas del descubrimiento de la estructura del ADN fueron muy tensas,  tal como se recoge en el libro de  Watson  “La doble hélice”. En 1953 Rosalind abandono el King´s y el ADN y se trasladó al laboratorio de Bernal en el Birkbeck College e inició sus investigaciones sobre el virus del mosaico del tabaco, un año más tarde se incorporó a ese laboratorio  Aaron Klug (Premio Nobel en 1982) con quien trabajó  hasta su muerte de cáncer en abril de 1958. J. Watson, F. Crick y M. Wilkins obtuvieron en 1962 el Premio Nobel de Fisiología y Medicina por su descubrimiento de la estructura del ADN.  Los Nobel no se conceden con carácter póstumo y Rosalind Franklin nunca pudo compartir la gloria del descubrimiento de la estructura del ADN a pesar del papel crucial de su trabajo. Han tenido que pasar más de cincuenta años para que  se reconociera su aportación incluso por el propio Watson quien en 1999 admitió que las fotografías de Rosalind “iluminaron sus investigaciones”.

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