Fotos manifestación 28 septiembre en Barcelona. Teresa Claramunt
El pasado martes las ideologías más rancias y casposas se pusieron de acuerdo para aflorar en boca de dos personajillos:
El obispo de Córdoba Demetrio Fernández que sin ningún tipo de reparo fue capaz de comparar el aborto con el asesinato de Ruth y José:
"¿No podrán alcanzarnos estos niños que se reduzca el número de abortos
que diariamente se producen en nuestro entorno?", algo que le pide a
Dios, de manera que "el seno materno, el lugar más seguro y más cálido
para el ser humano, no sea nunca más un lugar de amenaza para
el ser humano naciente, ya desde su concepción, incluso antes de su
anidación en el útero materno". Y añade que "no vale invocar el derecho
de la madre para matar a su hijo. ¡Ningún padre, ninguna madre tiene
derecho a matar a su hijo! Que Ruth y José nos lo hagan entender a
todos".
Y el presidente del consejo general de la ciudadania en el exterior José Manuel Castelao Bragaño que pronunció en una reunión de dicho organismo la siguiente frase:
"Las leyes son como las mujeres, están para violarlas"-
El segundo ha presentado su dimisión, el primero no
los obispos no pueden dimitir y eso, pero el Papa Santo que está en Roma podía defenestrarlo un poquito y eso
ResponderEliminarQuerido lector ¿con la iglesia hemos topado!
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